Después del día cero, llegó el llanto, el silencio y las alabanzas a Dios, por cada uno de los fallecidos y afectados por el desplome en la discoteca Jet Set, ocurrido en la madrugada del 8 de abril, que hasta la fecha ha cobrado la vida de 233 personas y ha dejado 153 heridos.
Las vigilias realizadas desde ese día se han convertido en una forma de unificación y resignación colectiva ante el dolor de los familiares, sobrevivientes y ciudadanos que, incluso sin haber perdido a alguien cercano, se han sentido parte de esta tragedia que conmovió al mundo.
Cada oración, cada vela encendida, ha sido un acto de solidaridad nacional. Este miércoles 7 de mayo, se conmemora un mes de la convocatoria a la fiesta amenizada por Rubby Pérez, en la que se originó el desastre.
Este jueves 8 de mayo, se celebrará una eucaristía a las 10:00 a. m. en el lugar del colapso, oficiada por el padre Rogelio Cruz, seguida de una marcha hacia la Procuraduría General de la República, donde se realizará un nuevo encendido de velas en reclamo de justicia.
Hoy mismo, en Madrid, España, también se llevará a cabo un homenaje internacional en la Puerta del Sol, con la participación de representantes de la Embajada dominicana, el ballet dominicano en Europa y la artista Xiomara Fortuna, en un acto descrito como un espacio de “respeto y reflexión”.
Lo que debía ser una noche de música y celebración terminó siendo el tercer desastre más letal en una discoteca a nivel mundial, superado solo por tragedias en China (309 muertos) y Brasil (242).
Vigilias cronología del dolor y la esperanza
El 8 de abril, mientras ciento de rescatistas se esforzaban por tratar de rescatar a todas aquellas personas que se encontraban en la zona cero, la diáspora dominicana en Washington Heights, Nueva York, EE.UU. realizó una vigilia en solidaridad con las familias afectadas. Convocada por el congresista Adriano Espaillat, la actividad incluyó una bandera dominicana sostenida por la comunidad y mensajes de apoyo a los parientes que aún buscaban información sobre sus seres queridos. “Es un día horrible para nosotros… estoy aquí del lado de la comunidad”, expresó el legislador.
El 14 de abril, solo una semana después, cientos de personas en Higüey, provincia la Altagracia, se reunieron en el Parque de la Salud para un emotivo encendido de velas. La actividad, surgida de forma espontánea, unió a adultos, envejecientes y niños en un espacio de solidaridad ciudadana. El ambiente estuvo cargado de tristeza y reconocimiento a las víctimas, tanto dominicanas como extranjeras.
Ese mismo día, la Alcaldía de Santiago, junto a artistas y líderes religiosos, organizó la vigilia “Santiago Ora en Solidaridad” en el Monumento a los Héroes de la Restauración. El acto incluyó oraciones, cantos, encendido de velas y un minuto de silencio. El monumento permaneció apagado simbólicamente como señal de luto.
A un mes de la tragedia, el país sigue encendiendo velas, no solo en honor a los que partieron, sino como símbolo de esperanza y como recordatorio de que la justicia aún está pendiente. La memoria de las víctimas no se desvanece; se mantiene viva en cada plegaria, en cada acto de solidaridad y en cada reclamo por verdad.
