Nueva York (EFE).- El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, revocó recientemente los permisos otorgados a varias petroleras internacionales, incluida la española Repsol, que les permitían operar con crudo venezolano. Esta medida, según informaron medios estadounidenses, tiene como objetivo aumentar la presión sobre el gobierno de Venezuela y forma parte de la estrategia para aislar aún más al país caribeño en el ámbito internacional.
Además de Repsol, las compañías afectadas incluyen a Global Oil Terminals de Estados Unidos, la italiana Eni, la francesa Maurel & Prom y la india Reliance Industries. Estas empresas habían recibido licencias excepcionales para importar crudo de Venezuela y operar con él en sus refinerías en diversas partes del mundo, a pesar de las sanciones impuestas por Washington al régimen chavista.
La Revocación de Permisos: consecuencias y plazos
Los permisos fueron originalmente concedidos durante la administración del demócrata Joe Biden. Sin embargo, con la llegada de Trump al poder, estas licencias han sido revocadas, y las empresas afectadas ahora tienen hasta finales de mayo para liquidar sus operaciones en Venezuela. Este movimiento intensifica la presión sobre el país latinoamericano, que enfrenta un creciente aislamiento económico debido a las políticas de la administración Trump.
De acuerdo con la prensa estadounidense, muchas de estas compañías, incluida Repsol, ya habían suspendido las importaciones de crudo venezolano tras la reciente imposición de un arancel del 25% por parte de Estados Unidos sobre la compra de petróleo y gas venezolano. Esta nueva medida refuerza la estrategia del gobierno de Trump, que busca debilitar al régimen de Nicolás Maduro y presionar aún más a las autoridades venezolanas.
Impacto en la industria petrolera venezolana
La revocación de estos permisos afecta directamente a la Petrolera Estatal Venezolana (PDVSA), que depende de sus socios internacionales para poder exportar su crudo y mantener sus operaciones. A pesar de las sanciones, Venezuela había logrado mantener una cierta capacidad de exportación de petróleo. En febrero de este año, el país exportó 910.000 barriles diarios de crudo, un aumento con respecto a los 867.000 barriles exportados en enero.
Por otro lado, la Administración de Nicolás Maduro se ha mostrado dispuesta a recibir a sus connacionales deportados desde Estados Unidos, en un tema que también ha influido en la política bilateral entre ambos países. Según reportes oficiales, el 30 de marzo de 2025, 229 venezolanos deportados desde EE. UU. aterrizarán en Venezuela como parte del programa Vuelta a la Patria, lanzado por el gobierno venezolano en 2018 para apoyar el retorno de los migrantes.
Nicolás Maduro responde a las medidas de Trump
Ante las últimas acciones de la administración de Trump, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha pronunciado tajantemente, asegurando que su país no es “colonia de nadie”. En un mensaje compartido en sus redes sociales, Maduro expresó que Venezuela es una nación libre que desea mantener relaciones “de respeto, cooperación y comunicación” con el mundo. Asimismo, criticó las políticas de agresión de Estados Unidos, señalando que “quienes pierden son ellos”.
Maduro también ha reiterado que su gobierno continuará buscando formas de resistir las sanciones y que el país ha demostrado una y otra vez su capacidad para sobreponerse a los desafíos impuestos desde el exterior.
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